miércoles, 30 de octubre de 2013

Tiempo pasa, lazos rotos.

Pasan los años, las cosas van cambiando, y te das cuenta. ¿Quién estuvo ahí en todo momento? Siento puntillosos, nadie. El peor momento de una vida, ese momento que dices "Hasta aquí he llegado, tiro todo y adiós" ese momento, donde muchos, con suerte, tienen alguien a su lado. Yo, lo pasé, lo sufrí y salí sola. Tiene muchísimo más mérito, ver cómo te miran, como sabes que lo saben ellos, se ríen, te miran mal, sabes qué piensan de ti. Y tú con cabeza alta pasas delante de ellos y sueltas un "¿Qué coño miras gilipollas?" Ellos se callan, se miran entre ellos y se ríen.
Piensas que sí, que tienes a alguien, aunque sea una persona. Siendo francos no hubo nadie. ¿Y qué? Sí, puede que afecten estas cosas, pero mirándolo fríamente, ¿qué quieres, que estén aquellos que luego te van a dar la puñalada? Bah.
Mil problemas has tenido y ¿quién te ha defendido? Nadie. Y luego se quejan de que no estás ahí cuando las pasan putas. ¿En serio? Demasiado es que soy neutra y no voy en contra tuyo. En fin.
Son momentos de rabia que dices, estoy harta y quiero mandar todo a la mierda.
Tras la tormenta tiempos de calma llegan. Y además, son dos años. Tras eso cada uno por su lado y a vivir vida de adultos.
Muchas veces pienso, ojalá llegue ya ese día, pero sé que llegará el día de la graduación y todos volveremos a ser uno. Y tras eso, cuando veamos que todo se acaba, todo volverá a ser como antes, pero será tarde, los caminos se separan y las vidas se alejan. ¿Nos acordaremos los unos de los otros en veinte años? Yo sé, que jamás olvidaré a nadie, la pregunta es ¿alguien me recordará con la suficiente nitidez como para decir: sí, yo fui su mejor amiga?

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