martes, 29 de octubre de 2013

Carta censurada.

Y si tuviera tan sólo tiempo para escribir una última carta en mi vida. ¿Qué pondría?
¿Por dónde empezaría?

Tan sólo fui un verso blanco en un poema que acabó demasiado rápido. Proceso de acción demasiado lento. ¿Qué más dará quien fui si tras esto nadie lo recordará? ¿O tal vez sí? Muchos decían que "soñaba demasiado" cuando decía que quería cambiar el mundo.
Tan sólo fui una más.

¿Y si no fui una más? ¿Y si logré aquello que muchos anhelan y yo deseaba con todas mis fuerzas?

A lo mejor fui para algunos un modelo a seguir, a lo mejor para otros un enemigo a quien eliminar, para muchos alguien importante, para otros alguien a quien se le fue la pinza.
¿Qué harán ahora que toca despedirse hacia el final? ¿Qué ocurrirá si por miedo a como decía Kant, la mayoría de edad, regresan a ser quien no deben? Mi trabajo aquí finaliza y aquí comienza el vuestro, iniciado lo dejo, finalizadlo vosotros.

Muchas maneras de comenzar una carta de despedida, pero. ¿Y si comienzo por mi nombre y apellidos? ¿Y si nadie lo lee? ¿Y si no hay nadie al otro lado que riegue las flores marchitas de mi tumba? Dudo de ello, hay alguien. Puedo sentirle cada vez que un recuerdo me viene a mi mente o le miro a los ojos.
Sinceramente, no sé cómo comenzaría a escribir dicha carta. Pero sí como la terminaría.

Preferí morir por ser distinta e ir a contracorriente de esta puta sociedad, a ser una más de vuestra secta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario