sábado, 26 de octubre de 2013

Happiness.

Sentada, libro en mano y con el rostro hacia el fuego de la chimenea, iluminando la habitación.
Se oye una tenue melodía proveniente de algún lugar de aquella gran casa. Intenta averiguarla.
La melodía prosigue y forma una música de fondo que se oye mientras ella sigue leyendo a la luz del fuego.
La melodía finaliza y un silencio invade hasta los más oscuros rincones del lugar.
Un frío estremecedor le surge en la parte trasera del cuello, como un dulce soplo que hace poner la piel de gallina.
Dos brazos se entrelazan alrededor de su torso y unos labios besan el lateral de su cuello. Ella sonríe y cierra su libro. Tan sólo hay silencio. Gira su rostro y sus labios se encuentran y se funden en un largo y a la vez efímero beso.
Finaliza, sonríen, y entrelazan su mano, ella se levanta y salen de la sala iluminada por el fuego de la chimenea.
Entran en una habitación a oscuras, él enciende la luz y abraza por detrás a la chica, andando hacia lo que parecía un piano tapado por una sábana, completamente. Él lo destapa y la invita a sentarse. Destapa el piano y puede ver cada una de las teclas impecables y arrastra sus dedos suavemente por todas ellas. Se dispone a tocar. Él se limita a mirarle a los ojos mientras sus dedos tocan apasionadamente una obra, conocida, por los dos.

Para mí, eso lo llamo felicidad, ¿para él?
¿Y para vosotros? ¿A qué llamáis felicidad?

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