martes, 29 de octubre de 2013

¿Clones? ¿Gemelos?

Cuando dejas de mirar las cosas por cómo son aparentemente. Cuando comienzas a mirar su significado.
Tan sólo somos dos versos blancos en vuestros poemas, no encajamos. ¿Y si dos versos blancos rimaran sin que su sonido a partir del tono de voz fuera el mismo? ¿Y si fueran significados idénticos sin tener que ver las palabras? Seguirían siendo versos libres pero juntos formando un significado en el poema.
¿Y si el silencio fuera quien más hablara en nuestras vidas? ¿Y si una obra musical tratara del silencio? ¿Quién a oiría? Quien sabe interpretarlo. Suena irónico, algo que no rima que concuerde, algo que no suena que hable. Es distinto, no imposible, es raro.
Una vez, Bernard Hermann compuso para una película un pequeño tema, para la banda sonora. Trataba de dos acordes, opuestos, que al sonar simultáneamente daba la sensación de no saber dónde estabas. Si oyes eso sin la película, sinceramente, no os gustaría. Pero, si lo oyes a la vez que la escena transcurre, sí os gustaría. Alguien puede ser distinto, extraño, pero siempre se complementa con otra persona que le completa. Nadie está solo, siempre habrá alguien a su lado.

Os reís de quien es diferente a vosotros. ¿Pero os habéis mirado? Si parecéis salidos de la misma fábrica. ¿Madre universal? ¿Gemelos? ¿Clones? ¿Sois humanos o pertenecéis a alguna clase de secta de la moda? Luego os dais cuenta de quien es distinto también tiene su punto y lo intentáis imitar, pero la diferencia es, que ellos seguirán siendo ellos mismos, y vosotros tan sólo un intento barato de plagio. Que quien es diferente, quien es original siempre gustará más.
Ahora diréis. ¿Qué hay de bueno en ser distinto y no como los demás? Nadie se fija. ¿Nadie? Os equivocáis. Quien realmente merece la pena, no intenta imitar a los demás por intentar ser algo que no es.
¿Y si probamos a ser un día, tan sólo un día, nosotros mismos? Sin máscaras que nos tapen nuestra propia personalidad. Yo soy de los pocos que creen que cada persona tiene su personalidad, algunos la llevan en la frente, otros la tapan por "vergüenza" algo que jamás comprenderé.
Me gustaría que cada uno fuese original, sacando su verdadero encanto, si no, tan sólo os estaréis engañando a vosotros mismos, intentando gustar a quien os gusta aparentemente, pero luego os dais cuenta de que no es como vosotros, porque vosotros no sois como ellos.

Ahora decidme, ¿vale la pena que seáis todos iguales?

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