jueves, 31 de julio de 2014

Como cada noche.

Tu cigarro en la mano derecha, el humo se esfuma entre la noche y quiere llegar a lo más alto de las estrellas. Sentado, como siempre en un banco donde se ve el mar alumbrado por el pequeño faro, los cascos al cuello y su reproductor encendido, se oye una canción conocida de metal. Tu camiseta  y sus convers negras, tu cabello negro y tus ojos marrones.
Incapaz aún de poder meterme en tu mente y ver a través de ella como si fuera un mar cristalino. Tu mente repleta de humo y paredes negras.
Te miro desde la ventana de mi habitación, como cada noche. Comienzan las frías noches de Agosto y tu sigues saliendo en manga corta, desde Mayo.
Y aún no sé quien eres, ni como te llamas. No sé tu edad ni tu color favorito. Pero me gusta mirarte desde mi ventana cada noche que sales a fumar.
Sé que nuestras habitaciones se ven entre sí, pero tus cortinas siempre están cerradas y mi otra ventana da a tu escondite nocturno. Comienzo a fantasear con tu sonrisa en mi almohada, tus convers en mi alfombra y tus manos en mi espalda.
Sigo sumergida en mi mente y tú te levantas, apagas el cigarro y una ola de aire te levanta el costado de tu camiseta, tienes tatuado algo.
Utilizaron de lienzo tu piel, pero no unos dedos para pintar. Agujas.
Cierro la ventana y bajo la persiana, quizá sea hora ya de dormir una noche más soñando con el día que tus ojos e claven en mi rostro. Camino para bajar la otra persiana y una luz se enciende en la habitación de la casa de al lado, puedo ver tus ojos brillando a través del cristal, me hago la distraida y mis mejillas se enrojecen.
Me miras, sonríes y saludas como si me conocieras.
Sonrío y me tiembla la pierna izquierda, apagas la luz. Son las doce y media, quizá sea hora de dormir.

Una noche más que te miro desde mi ventana fumar.

martes, 29 de julio de 2014

Demasiado que decir.

Demasiado tarde para pedirte perdón. Y quizá demasiado tarde para decirte tantas cosas.
El cariño es algo tan bonito cuando es recíproco, cuando se demuestra al coger de la mano o un beso en la frente.
Podría decir tantas cosas, no sabría por donde empezar. Sé que ni leerás esto.
Demasiado cariño, quizá demasiado.

He discutido con tantas personas, la he cagado tantas veces; pero nunca ha dolido tanto.
Y sé que fue tu "Punto y final" lo sé. Hay demasiadas cosas que quiero desahogar pero no sé cómo escribirlo, no sé ni cómo escribir esto.

Por favor, abril vuelve.

Quizá sea hora de volver a ser como antes, y volver a cerrar cada ventana por dentro, cerrar con llave y no volver a salir. Vuelve el invierno, y hace frío.

jueves, 24 de julio de 2014

A oscuras.

Cierra la puerta antes de salir, no quiero ver cómo te esfumas.

No quiero oler el rastro de colonia que dejaste en mis manos la última vez que nos vimos, ni quiero que al desnudarme tu fragancia recorra mi nariz y tu recuerdo mi cabeza. No quiero ver ni un poema más que lleve tu nombre, sólo quiero esparcir nuestras cenizas en cualquier esquina del Cantábrico. 

Capaz de escribir un adiós en tu espalda sin romper a llorar. Capaz de echar agua sobre la tinta de mis versos, de romper la última carta que te escribí.

Olvidar, cada respiro que di frente a tu nariz,
cada sonrisa cuando te hacía cosquillas.
Dejar volar las cenizas,
las noches sin dormir.

Creo que es hora de pasar de capítulo y con él tu personaje. 
Los buenos libros se releen. Recordando lo recordado, recordando el recuerdo de ti. 

Cierra la puerta antes de salir, no quiero ver como te esfumas, de mi. Has dejado la habitación a oscuras y tengo miedo a la oscuridad, eras mi última vela. 
Dormir y esperar a que salga el sol, él nunca falla.

miércoles, 23 de julio de 2014

¿Quién y quién no es artista?

Me parece una falta de educación autollamarse "artista" si no sabes qué implica la palabra.
Tal vez me equivoque (si es así, soy todo oídos, podéis dejar vuestro comentario abajo) pero para mi, el arte es mucho más que ser músico, pintor, escultor, dramaturgo, fotógrafo etc. es simplemente entender y vivir la frase "Por amor al arte" que viene a ser, hacer las cosas por gusto y no por dinero.
No hay nada más bonito que estar en un bar y te ofrezcan sentarte en un piano que hay y que puedas tocar, yo lo he hecho, me sentí feliz, más que feliz. Y al terminar de tocar, no pedir nada a cambio, ser feliz con la sonrisa de quien te ha escuchado o los aplausos.
Por amor al arte es que te pidan un dibujo como favor y tú lo regales, hacer un cuadro a un amigo y regalárselo, estar encantado de hacerlo. ¿Por qué? Porque te gusta hacerlo.

El veintiuno de junio es el día de la música y mucha pena me dio no poder salir a tocar (mi piano no es que digamos muy portátil) es un día en que todo el mundo puede salir a tocar a la calle, nadie y pongo la mano en el fuego, nadie pidió nada a cambio, sin embargo se lo dieron. Gente que apreciaba lo que hacían.
Se montaban escenarios para que grupos pudieran tocar, sentir la música en cada rincón de nuestra ciudad. Nadie cobraba por ello.

Llevo doce años empleados en la música, tengo casi diecisiete, toda mi vida dedicada a la música y he empleado cantidades abismales de dinero y sin embargo no he recibido casi nada material por ello. Y digo material porque cada vez que toco delante de un público, cada vez que me dicen "Oye Celia ¿puedes tocar esa canción que tanto nos gusta?" "Qué paz me transmites cuando tocas Celia, qué serenidad, escucho tus canciones cuando me ducho" se me llena el cuerpo de felicidad.
Para mí, eso es ser un buen músico y un artista. (Se aceptan más sugerencias)

Y finalmente, alguien que no siente la música correr por sus venas, alguien que intenta sólo tener fama, seguidores y fans mojabragas, alguien que sólo quiere dinero por ello. Jamás sabrá lo que es estar lleno de felicidad al tocar delante de cuanto, ¿cinco personas? ¿diez, las que haya en el bar?
Tengo un amigo que hace conciertos, y no podéis imaginar la cara de felicidad que tiene cuando toca en ellos.

Y con esto sólo quiero decir, que aprendamos a distinguir entre músico y artista. Y que las apariencias engañan.

Nota: Esto no lo he "escrito sola" se debe a un bonito debate que he tenido con mis amigos los artistas, unos buenos amigos que podría pasar horas y horas hablando con ellos de música, de lo bonito que es (como dijo Dean en un tweet) pasarse horas y horas tocando la guitarra.

martes, 22 de julio de 2014

Tocados y hundidos.

Qué triste es, que una persona a sus diecisiete/dieciocho años a punto de tener que elegir la carrera con la que se ganará la vida, no pueda hacer lo que le gusta porque morirá de hambre.
Qué triste es, que quieran quitar como "título universitario" toda la rama artística. 

De verdad, ¿creéis que la vida sería igual si desapareciera cada aportación artística a vuestra vida? Quizá no os deis cuenta, pero está presente en cada rincón. ¿Qué sería de la vida sin Freddie Mercury, Mozart, Van Gogh, o incluso los Backstreet boys? ¿Qué serían de vuestras noches de verano sin ver  Aquí no hay quien viva, qué sería de los músicos si no tuvieramos a quién ir a ver a los auditorios? No seríamos músicos ya, si desapareciera por completo el arte. 
¿A qué nos dedicaríamos en nuestro tiempo libre? ¿Ver la televisión? Sólo habría informativos, muertes y asesinatos. Se acabarían las series, habría tertulias que a nadie le interesan salvo a las mujeres mayores mientras hacen ganchillo. Oh espera, ¿consideráis el ganchillo arte? 
Esto me lleva a preguntarme, ¿qué es el arte? Una definición muy abstracta, es una de esas pocas palabras que no podemos definir a ciencia cierta, como el amor o el odio. 
Para mí, en mi caso, el arte es todo aquello que se hace para trasmitir un sentimiento. Pintar para uno mismo, para desahogar un sentimiento que no puedes hablar, tocar el piano u otro instrumento, la melodía que te hace recordar a alguien, pero lo más importante: Que te guste. 
El arte se hace, como siempre se ha dicho "por amor al arte" por gusto.

¿Qué sería de nuestra historia sin el arte? ¿Cómo recordaríamos lo vivido sin fotografías, sin cuadros, sin esa canción que sonaba en un bar mientras teníamos nuestra primera cita? 
¿Qué haríais mientras coméis? ¿Ver el telediario? 

Quizá no os deis cuenta, que hoy en día lo más importante es el ser artista, aunque no lo veamos. 
Han sustituido nuestras manos por las máquinas, nuestra vista y nuestro pulso. Pero algo que jamás una máquina pueda hacer es crear. 
Sí, un pintor puede retratar un paisaje, y también se creará una máquina que coja pinceles y haga los trazos precisos. Pero una máquina jamás será capaz de crear un Dalí, nunca podrá imaginar unos relojes fundidos. Jamás una máquina podrá componer una obra como lo hizo Beethoven, en su sordera apunto de querer suicidarse, enfadado con el mundo por su discapacidad, y de ese sentimiento crear la Sonata XIV. Una máquina sólo podrá poner los sonidos ordenados aleatoriamente, y sí, tal vez será bonito lo que componga, pero jamás será creado con un sentimiento. 
¿Cómo construir una casa sin una idea creativa? ¿Cómo construir un castillo sin un alocado que quiso poner los torreones tan altos?
Darse cuenta que el arte es belleza, que lo bonito surge de nuestra mente. No de lo objetivo.
Darse cuenta de lo bonito que es sentarse a leer un libro, escuchar música o asistir a un concierto. Sentir la piel de gallina mientras las ondas de un piano retumban en tus brazos. No es frío, es música.
Ver todo el trabajo que le llevó a Miguel Ángel crear la Capilla Sixtina. 

No poder sentarse a ver tu serie favorita, no tener un reproductor donde escuchar música cuando sales. No tener museos donde recordar la historia de tu país, que no existan las fotografías para cuando seas mayor enseñar a tus nietos lo feliz que eras y contar esas viejas historias. 
No asistir al teatro a ver la representación de "Los miserables" no ir al cine a ver la saga de Harry Potter, no poder porque no existirá, porque acabaréis con ello.

¿No os dais cuenta? ¿Realmente hay alguien que quiera eso? 
Quitar el arte como título universitario, quitar la enseñanza musical de los colegios. 
¿No será que simplemente está mal planteada esa asignatura? Pretendéis llevarnos al siglo en que Kant vivía.  Pero os está fallando algo, en cuanto se enciende una chispa, el fuego comienza a arder. 

Los artistas no seremos los que nos quedaremos en casa esperando a la próxima luna, o que el dinero nos caiga del cielo (o de los árboles como en Animal Crossing) 
A quienes llamáis perroflautas, a quienes decís que salen en las manifestaciones, muchos de ellos son artistas sin dinero porque no son valorados. Y tiene mucho más mérito alguien que es creativo y lo saca todo de su cabeza, que un médico que se ha pasado horas estudiando mil libros. 

Menos corrupción y más arte, menos teoría y más cultura. 

domingo, 20 de julio de 2014

Despertar del sueño.

Eres el momento en que una guitarra eléctrica rompe una balada, el momento en que rompes a llorar. Todas y cada una de esas canciones que un día me dijiste que te gustaban.
Como las intro a piano, como cuando me meto en mi habitación y tocar sin que nadie me oiga; para mí.
Eres todos y cada uno de los chicos que aparecen en mi serie favorita: altos, bajos, rubios o morenos. Todos tienen tus ojos.

Me gustaría decirte que te escribo esto desde el piano, componiéndote una canción para tu despedida, para tocar mientras tu silueta desaparece entre las olas del adiós. Esto parece una balada de Mägo de Oz.
Las heridas las curará el mar con su sal; arde.

Serás un simple recuerdo que guardaré entre lágrimas en mi diario. Serás cada verso de los poemas que te escribí y tantas veces quise quemar y yo para ti seré el recuerdo del olor de mi perfume.

Quizá la respuesta no seas tú, quizá sea "sin tí"

Podría escribir mil y un versos más para intentar desahogar tanta mierda en papel, pero a nadie le interesan las historias de amor que terminan; hay demasiadas.

miércoles, 16 de julio de 2014

Tras la tormenta siempre llega la calma.

Fuiste tan tormenta, y me gustan tanto que olvidé que los rayos son peligrosos. Me envolviste en tu lluvia y acabé empapada de tu olor. Sabías lo mucho que me gustaba y dejé que destrozaras e inundaras todo a mi alrededor.

Es peligroso salir de casa en días de tormenta.

Tras la tormenta llega la calma, y ella rodeada de sol y brisa. Reposada y seria, dejándome leer mientras fuera llueve. Me abraza tapándome como una manta, da calor.
Olvidé lo que era reavivar el fuego a su máximo potencial. Me acabó gustando.

Y no hay nada más peligroso que salir de casa cuando hay tormenta, puede acabar gustándote y salir mal parada. Ahogada.

Fuiste tan tormenta que quise ser cada rayo que salía cuando frotabas tus manos, quise ser el golpear de las palmas para crear los truenos. Quise fundirme en ti.

Recordé, que quien me arropaba por las noches, quien me daba el beso de buenos días, quien podía entrar en casa sin mojarla, sin crear cortocircuitos, quien podía dormir abrazado a mi. La calma, la tranquilidad.
Recordé que eres tú quien me dijo un te quiero sincero, de corazón. No como los que vuelan entre el viento, escondidos y se dejan caer a los pies de la gente pensando que alguien se lo dice de corazón y no es cierto.
Me tumbé en la cama y me dejé arropar por tu calor, viendo cómo la tormenta se alejaba de mi ventana yendo a otro balcón.


viernes, 11 de julio de 2014

1+1

Uno y uno son diez meses desde que te conocí. Recuerdo que no recordaba tu nombre, sólo que me resultabas terriblemente familiar, ahora sé porqué.

Quizá de otra vida.

¿Recuerdas el día que me enseñaste tu bar favorito? Yo iba con un vestido negro y tacones. Tú tenías el pelo largo y de negro, como siempre. Bebí de tu cerveza.
Fue algo muy importante para mí, que me lo enseñaras. Hoy en día el dueño nos conoce y a mí me da piruletas mientras tú bebes cerveza y yo acabo robándotela.
Gracias a ese bar, he aprendido a jugar al billar. He aprendido canciones de ska que antes no sabía qué era, he aprendido que jugando a la Irlandesa todo sale mejor.

Todavía recuerdo el día que me enseñaste la cerveza de frambuesa. Yo apenas había bebido cerveza en mi vida, es más, papá nunca me había ofrecido (hasta estos tiempos)
Era un bar oscuro, bastante bonito y la verdad, le había visto en algún sueño del cual más tarde intenté escribir una historia. Era algo distinto.
La cerveza me encantó y acabamos yendo muchas veces a ese bar, ponían muy buena música, incluso un día me emocioné escuchando mi grupo favorito, no quise salir del bar hasta que sonara la canción, sí. ¿Recuerdas cual? Con la que comenzó todo, con la primera entrada que te escribí, sé que la recuerdas.

De ti aprendí que los libros pequeños son mejores, de ti aprendí que siempre es mejor llevar un libro, por si acaso, que lo más bonito es la filosofía, que lo más bonito de la vida es saber pensar por sí mismo. Sapere aude! como diría Kant. He aprendido quién vale la pena y quién no. Gracias a ti.

Cómo olvidar nuestras primeras vacaciones juntos, fue el mejor fin de semana de mucho tiempo. De mi vida.
El lugar que más he frecuentado desde que nací, el lugar más bonito del mundo, la playa en la que me deslomé las rodillas y la primera playa que pisé en mi vida.
Me llevaste a Santander, con toda tu familia, un fin de semana completo. Allí aprendí que lo más bonito es la familia, que tener primos es lo mejor del mundo (tuve diez primos incluyéndote, durante tres días)
Pude ver lo bonitos que son los despertares a besos, lo bonito que es ver cómo el sol entra en mi ventana y tú estás al otro lado de la cama, dándome los buenos días.
Allí aprendí a pelar patatas sin cortarme, aprendí que los huevos fritos le salen mejor a Carmen. Aprendí muchas cosas de cada uno de ellos
Fue la primera vez que me puse un neopreno para bajar al mar, el mar que tenía a dos metros según miraba desde la ventana del salón. Salté olas tapándote los ojos, y tu tío nos hizo la foto más preciosa del mundo, la foto que sé que estará en nuestra casa, en grande impresa algún día.
También aprendí, que los familiares pueden ser tus amigos, incluso tus mejores amigos.

De ti he aprendido muchas cosas, he aprendido a tocar la guitarra, a distinguir unos buenos cascos de unos malos, qué es un trilite, he podido ver una saga de gore sin vomitar. He aprendido que la púa de una guitarra se pone en perpendicular a las cuerdas, he aprendido a disfrutar de la música.
He aprendido que todo va poco a poco y que tarde o temprano llega.
Sobre todo, he aprendido qué es el amor, porque ahora puedo decir que jamás lo había sentido y ahora sí. Haberse enamorado, y que sea correspondido es lo más bonito que me ha pasado en la vida.
Me has enseñado mil y una cosas y lo más bonito, me has regalado una vida junto a ti, una vida llena de amor y aventuras que sé que se cumplirán, y ¡mira! poco a poco van llegando.

Y qué decirte, que mañana nos vamos a Madrid, que me has invitado a ver a mi compositor favorito, por regalo de los diez meses, qué decirte. Que tengo al mejor, ¿y qué si no eres el más alto? ¿Ni el más gracioso? Eres la persona de la que me he enamorado, y como un día leí en mi libro de filosofía, no se puede dejar de amar.


miércoles, 9 de julio de 2014

Nada.

He manchado mi mesa de carboncillo,
de lápiz y creta negra.
He hanchado un papel con sombras
y quedó bonito.

Son las doce y media de la noche 
y aún sigo recordando aquel día
en que tus cejas se arqueaban,
el día que comenzaba la cuenta atrás.

Me he manchado de óleo y ya se quiebra,
nada es para siempre.
Todo acaba rompiéndose en pedazos,
nadie dijo que tú entraras en ese todo.

Materia y antimateria, blanco y negro.
Capaz de hacer olvidar el mínimo problema,
y ya tal vez, sé cómo llamarte.
Nada.

Porque nada es para siempre, 
porque estás fuera de lo normal,
tú y tus cejas, tú y tu sensualidad al tocar la guitarra,
tu seriedad al besar y tu sonrisa en la cámara.

Tu felicidad al saludarme, tu sonrisa al ganarme al billar,
tú, tus virtudes, tus defectos, llámalo características.
Tú y tu seriedad cuando se apagan las luces,
Nada.

Es la una menos cuarto de la mañana, y mi cama está fría.

jueves, 3 de julio de 2014

Llantos de Luna.

Los pájaros ya no cantan al amanecer, han perdido su color. Intenté enjaular el viento para preguntarle cómo vive estando solo, haciendo caer las hojas de los árboles, levantando las faldas y estropeando los besos. Pero el viento no se puede enjaular.
Quise preguntarle qué era la libertad, el poder recorrer hasta la mínima separación de los poros de dos personas que están haciendo el amor. Pero nadie me respondió; silvidos.
Amanece gris y anochece negro, no deja de llover. La melancolía es arrastrada por las calles entristecidas. Aún puedo ver los escombros de los destrozos que el amor ha ocasionado, sangrando por las alcantarillas del puente mayor. Sangre, de color rojo. Un color precioso para tanto dolor.
Llevo cachuscas encharcadas de litros y litros de recuerdos, salpicando las farolas al caminar.
Paro en seco, puedo reconocer los escombros de una carta, una carta que jamás te escribí. La llevaba planeando semanas pero jamás me atreví a decírtelo. A decirte que el juego había terminado, para ambos.
El mundo quiere volver a limpiar las calles de nuestras miserias, de nuestros errores, de nuestras caidas y dejar que brille el Sol, secando las lágrimas que derramamos cuando vimos caer las cajas de recuerdos al suelo.
Hoy los pájaros se han dormido, el Sol está de resaca y la luna deprimida porque el Sol anoche se fue de putas con las estrellas. ¿Qué tendrán de especial que no la luna? Ella tiene su lado oscuro, su parte misteriosa, pero es capaz de brillar si el Sol le apunta, si se fija en ella. Las estrellas siempre van en grupo, brillan. Pero no son para siempre.
Hemos enfermado, tanto que no sabemos qué es el amor. Intentamos buscarle una definición. Metáforas, retóricas, intentamos hacer un Lorca de cuatro letras.
Sin darnos cuenta, que el amor no es una ciudad. No es una persona, el amor no es nada. El amor es _____

Como un verso libre, sin casar. No me gusta hablar de amor, porque quizá no sepa lo que es. Porque no viene, porque no se estampa contra tu cara.
Lo creas tú.

Hoy los pájaros no quieren cantar, hoy el mar está enfadado, las sirenas prefieren los pescadores antes que sus saladas aguas. Se siente solo.
Quizá la soledad no sea mala, quizá deba preguntarle al viento cómo se siente.

Hoy quería decirte que, fin del juego. Que aquí todos hemos perdido, quizá en otra vida.
Pero recuerda que una vez te dije algo que espero que se quedara grabado en ti. Por muy hondo que esté.

Quizá mañana los pájaros canten en mi despertar, quizá mañana el Sol recapacite y comprenda que a quien debe su luz es a la Luna, esperando cada noche que la arrope.

Quizá mañana salga a patinar y vea que han limpiado las calles de mis lágrimas.


martes, 1 de julio de 2014

Recuerdos.

Hoy es uno de esos días que me recuerdan las tardes en el sillón mirando cómo llovía através de una gran cristalera. Leyendo qué se yo qué libro. Hoy es uno de esos días grises, fríos que a veces se escapan del otoño, confundidos llegan aquí. A mi me gustan.
Hoy es uno de esos días que me quedo en casa dibujando horas mientras escucho Ludovico Einaudi, de esos que acabo leyendo poesías de Marwan o buscando qué carrera me vendrá mejor estudiar.

Me recuerdan las historias que he escrito de Santander, lo que me recuerda que una de ellas se cumplió, algo que me asusta bastante la verdad, a la vez que me encanta, qué sé yo si se volverá a repetir. (Espero que sí)
Fue uno de los mejores fines de semana que he tenido en mi vida, algo incomparable, incluso mejor que las fiestas de Olmos en las que nos quedábamos a dormir y contábamos todos los cotilleos del año, incluso mejor que eso.
Mejor que pasar una noche con tus amigas, mejor que ir a un concierto.

Podría contar mil y una cosas de aquel fin de semana, pero mejor volverlo a vivir y ya contarlo cuando seamos mayores mientras abrimos un álbum de fotos tomando algo.

Creo que hoy será uno de esos días que comenzaré una historia que terminaré a finales de verano o quizá no, quizá sea la historia definitiva. Quién sabe.