lunes, 7 de octubre de 2013

Y fuiste canción.

Y fuiste canción. Una simple melodía ordenada. Una sucesión de sonidos expresando un sentimiento. Y convertiste mis dedos en pinceles pintando sobre tu lienzo; mi piano. Y fuiste canción. Una obra de arte surgida desde el corazón. La mente dejó de funcionar, dejando paso libre a quien debería mandar en todo momento, quien nos dio la vida, quien nos mantiene vivos, nuestro corazón. Y fuiste canción.
Te consideré una casualidad mal diseñada, pero perfecta en todos sus sentidos. Eres una sombra que ilumina todo el camino de mi vida, desprendiendo aquella luz tan poderosa desde su corazón. Eres una figura retórica en el poema de mi vida, la más complicada de ver, la que nunca se muestra.
Mi canción convertida en obra de arte, capaz de hacer llorar al más insensible. Capaz de hacer sentir lo que uno jamás sintió, y por eso, tú fuiste mi canción.
Pinceles trazando cartas de amor sobre un lienzo blanco y negro, rectangular sobre una madera negra. Dejando correr colores de sentimientos sobre él.
Y fuiste canción, una canción a medio terminar, cuyo fin será el día que nuestros cuerpos desaparezcan de la tierra, el día que digan "Y descanse en paz" y ambos cuerpos descansen la eternidad entrelazados. Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario