sábado, 28 de febrero de 2015

Oscuro, negro, blanco, claro.

Paseas indiferente en los sueños de mil extraños,
más oscuro que las golondrinas de Bécquer.

Envidia,
de quien sea capaz de soñarte.

Conjunto de líneas rectas,
quien hablaba de curvas.

Todas las canciones de amor mienten.
No hay nada más sincero,
que ponerte tu mejor sonrisa para salir a la cama. 
Sabiendo que no se va a ver.

Nos han hablado de miles de tipos de sonrisa.
Vertical,
horizontal.

Nos han hablado mil veces del amor.
Y nunca de cómo se hace.
Nos han dicho que el amor es ____
y nunca de qué se siente.

El amor es mejor que pintar por autocomplacerse.
es,
como si te pintaran tus manos sobre otro cuerpo.
que te mira a los ojos.

Ardiendo,
en calor,
donde el tiempo es una dimensión
como la profundidad.

Y algo de reacciones de combustión
de química
y entalpías.
que dan calor.
El mismo que sale de tu pecho

Y tu sonrisa ausente, 
siempre ausente en tus labios.
Presente en tus ojos,
entrecerrados.

Cada vez que se acercan, y resoplas.



jueves, 26 de febrero de 2015

Desacuérdate de mi.

Poesía, hoy mueres tú.
Conmigo.

Hoy voy a dejar morir todas mis mariposas,
sacarlas de mi con cuchillo y tenedor.
Y será peor el remedio que la enfermedad.

Atrapar el sueño,
tapar las sábanas
enfriar la cama.
Poner hora al amanecer.

Te mataré despacio para que no mueras nunca.
Y te escribiré los poemas que hoy mueren.
para que no te evapores.

Cuando dejes de ser el sujeto
de todas mis frases incompletas.
El punto de mis íes,
la respiración entre comas.

Acuerdate de mi todos los Otoños,
cuando veas suicidarse las hojas,
ocres.

Cuando suene Ludovico Einaudi,
en un bar con Red Vintage.


Sin título.

Toca el piano
las teclas blancas desnudas
sin emitir sonido alguno,
en un inmenso vacío.

Las calles aún están cerradas,
el Sol sigue de la resaca
del Lunes.

Y no sé si salir de mi cama,
despertar los sueños,
que son las siete y dos minutos
de la mañana.

El café sigue tan amargo como su despedida,
treinta y cinco sueños,
veintidós pesadillas
cuatro noches sin dormir.

Me acuerdo de ti,
todos los treinta y uno de Febrero
desde el día que te desconocí,
que te saludé diciendo adiós.


miércoles, 25 de febrero de 2015

En ti, contigo, sin ti.

Vengo a vomitar unas cuantas mariposas muertas,
poneos cómodos.

Noches con tus versos abiertos,
abrazada entre líneas de tus metáforas
desnudando cada palabra,
cada letra.

Perdóname, estaba de paso.
Me perdí
entre el blanco de tus ojos,
bañándome en tus pupilas.

Artista de expresión 'Por amor al arte'
Por amor a ti,
arte.
Los cuadros dibujados con los dedos en tu espalda.

Me adormecí,
enre las olas del negro de tu iris,
del color de tus ojos.
Me ahogué.

En ti, sin ti.

Y acabé siendo parte de ti
sin darme cuenta
aun estando muerta.
En ti.


martes, 24 de febrero de 2015

Cambios I.

Echo de menos el futuro. 
Odio el presente.

Versos que sangra el viento,
rajándose diciendo nombres al azar,
hoy por ti, mañana por nosotros.

Y fuimos el retórico más complejo
de todo este poemario.
retoricas con respuesta
antes que las preguntas.

Y nunca tuvimos miedo a desafinar por escrito
una y otra vez  tus gritos.
Tus lágrimas escapándose
entre las grietas de tu corazón.

Y qué oscuridad hay en esta noche
y qué noche hizo esta oscuridad.
apágame todas las luces.

Apágate conmigo.

lunes, 23 de febrero de 2015

Biología aplicada.

Me consume por dentro.
Como un cigarrillo olvidado en un cenicero.
Poco a poco.

La ceniza cae al fondo,
pedazos de mi piel.
Se va a apagando,
el corazón va más lento.

Y esta noche,
no sé escribir nada bonito.
Ni nada encuentro entre los doscientos folios,
de mis apuntes de biología.

Sólo células, reproducción, división.
reproducción para propagarse 
por todo mi cuerpo.
Nada habla de amor.

El amor da asco, 
mariposas llenas de jugos gástricos,
manchadas de sangre,
al desgarrar el esófago.

Quiero vomitar.
Miles de mariposas muertas.
Cadáveres bonitos.

Y qué macabra estoy esta noche.

sábado, 14 de febrero de 2015

San Valentín.

San Valentín en Roma,
y tú viéndome desde una pantalla de ordenador.
Tan bonita, pero tan vacía,
tan destrozada,
tan ausente.

Sé, que esto no lo estoy escribiendo,
en el momento de la publicación.
Pero nadie lee a Bécquer cuando escribe.
Bécquer, te echo de menos.
Dirían.

Tantos poemas y rosas rojas por San Valentín,
que ni el bebé en pañales da a basto,
y las calles se cubrirán de rosas,
y anuncios de colonias.
Pero nadie con tu rostro.

Ni con tus oblícuos, tu espalda,
tus labios o tu barbilla.
Y está tan vacía sin ti.

Y llegarán los días, que Roma amanezca
entre tus sábanas.
Desnudo.
Intentando tapar el sol
para que las noches duren aún más.

Pero mientras tanto, te quiero.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Conformistas.

Los cánones de belleza cambian, las modas cambian. Hoy se llevan las curvas, mañana las piernas separadas. Me pregunto quién controla eso, alguien lo suficientemente plástico como para ir a la moda cada vez que se cambie, alguien que tan sólo quiere reírse de nosotros, pobres imbéciles que seguimos la corriente. Pero, ¿alguien ha preguntado nuestra opinión personal?

Mucho se habla de "quiérete como eres" "acéptate" ¿perdón? Nos toman por conformistas. "Acéptate" Quédate en tu cama comiendo galletas y engordando, si total, te van a querer por tu interior. Pero luego lloramos mirando revistas de moda, viendo los cuerpos esculpidos de las modelos (ojo que el photoshop es el nuevo Dios)

Yo, cambiaría todos y cada uno de los títulos de artículos semanales de revistas que se llamen "acéptate como eres" por un "supérate cada día" Todas queremos cuerpos de modelo, por mucho que nos digan que Marilyn Mornoe tenía curvas y superaba los cánones de belleza establecidos por vete tú a saber quién. Quereros, gustaros. No como estais o sois, como querais. Como quereis estar, en un gimnasio hasta tener el cuerpo que quereis, comer sano, pero lo más importante. GUSTAROS. Vosotras. Vosotros. Ni tu novio o novia, ni tu hermano o hermana, no. Vosotras.

Y os dirán, "pero si estás bien como estás" Somos una sociedad de conformistas. Nos quedamos con la frase de "me querrán con mis curvas, mis gorduras y mi fealdad" pero ¿te querrás tú con todo ello?
Responded vosotros mismos.

lunes, 2 de febrero de 2015

Quiero escribirte una poesía.

¿Sabes? Tengo ganas de escribirte algo.
No sé el qué.

Tus clavículas, las cuales podría llenarlas de agua y beber de ellas sin derramar ni una sola gota, de las cuales me puedo agarrar para coger impulso y subir hacia ti, en horizontal.
Tu espalda, pintaría mil cuadros sobre ella, los borraría una y otra vez y volvería a empezar. Recorrerla de arriba a abajo, de abajo a arriba. A besos.
Tus cejas, rectas. Cuando intentabas arquearlas aquel miércoles dieciocho. Aún no sabía que sería tu niña horas más tarde, ni que intentarías besarme al despedirme.

¿Cuantos cortes de pelo hemos vivido juntos? 502 días juntos. Más de veinte siestas y un rodillazo en la nariz.
Más de dieciseis periodos, cinco o seis, o veinte lloreras.
Santander, Madrid.

No recuerdo cuántos lápices he gastado desde que te conozco, desde que me preguntaste si eras tú el chico que me gustaba. Y desde entonces. Me pediste salir este Viernes con una cerveza y un billar. No sonaba Poison pero qué más daba la música y eras tú quien hacía cantar las mariposas.

Y escribo esto mientras miro mi calendario y veo lo mal que salgo en la foto que toca al mes de Febrero, pero tú te empeñaste en escoger fotos graciosas, y qué mal salgo. Y qué bien sales tú, jodío.
Y me cansé de escribirte poemas de amor, escribir a la poesía es bonito durante un tiempo. Pero poesía, ya conoces mi criterio hacia ti, eres tan bonita como el día dieciocho de septiembre de hace dos años. Poesía tiene nombre y apellidos y la idolatro con él o sin él, con su edad o con sus tapas. Poesía eres tú, como decía Bécquer.
Poesía son tus cejas, tu sonrisa o tu seriedad cuando en horizontal intentas bailar conmigo.
Poesía son nuestros despertares en Santander.
Poesía eres tú, como Julia Espín.

Poesía es cuando tus piernas tiemblan por debajo de las mías, desnudas.

domingo, 1 de febrero de 2015

A ti.

¿Ves ese bus? Pues vamos a cogerlo.
¿Y a dónde vamos?
Qué más da.

Qué más da donde amaneciéramos,
dónde acabasemos haciendo el amor,
aquí o allí.
Si sabes hacer lucir las calles como nadie.

Y qué tendrá de romántica París o Venecia,
si aún no saben de tu existencia.
De tus camisas negras
o tus converse rotas.

Más bonita fue Santander
apagada entre las olas,
donde todas las estrellas hacían reflejo
en la sonrisa de tus ojos.

Y qué serio estabas, como siempre.
Cada vez que te miraba y te besaba la yugular.
Más bonita fue la Magdalena
que la gran Notre dame.

Si todavía no la tocaste para que reluciera.