miércoles, 31 de julio de 2013

Pasa el tiempo y se olvidan los recuerdos.

"Pasan los años, reviso los daños. Y en mi cabeza, algo no marcha bien." Frase de uno de los grandes. Que me hace pensar una cosa. ¿Y si no te hubieras ido? Nos hubiéramos seguido viendo, semana tras semana, si aún siguieras ahí, todo sería distinto. ¿No? Ojalá jamás te hubieras marchado, no sé explicarlo bien, pero me gustaba verte. Llámame cursi si quieres, sabes cómo soy. Hay momentos que no se olvidan, momentos buenos, graciosos que siempre recordarás como algo bueno, un buen recuerdo. Que ahora mismo, sólo es eso, un recuerdo. Ojalá siguiera vigente en el día a día, pero no. Las cosas cambian, y aunque tuvimos nuestros días, se acabó. Suena muy romántico el "te querré siempre, te esperaré toda la vida" Pero no va a pasar, pasan los años, pasa el tiempo y el corazón cambia de dueño, olvidas a esa persona y te enamoras de otra, seguro que aún mejor que la anterior, que te puede hacer aún más feliz, quién sabe. No sé qué pasaría si entre tú y yo hubiera algo más que amistad, ahora una amistad tensa.

domingo, 28 de julio de 2013

The end.

He llegado a un punto en mi vida que ni sé qué está bien y qué está mal. No sé qué quiero ni a quien quiero. No sé qué hacer. Sólo sé que la felicidad cuesta y te hace llorar, te hace sufrir. Pero llegará el día que lo hayas conseguido, te des cuenta de que eres feliz es demasiado tarde y este juego habrá terminado. Aprendes a vivir a vida en tus últimos días. Aprendes todo y te das cuenta de muchas cosas cuando todo ha terminado, y tienes que despedirte.

sábado, 27 de julio de 2013

Otoño.

Otoño. Vuelve. Devuelve tu melancolía al mundo. Noches frescas, con las hojas cayéndose de los árboles teñidas de rojo. Lluvia, lluvia otoñal, perfecta, dejando su olor por todo el campo, poder saborear el olor de la hierba mojada mientras pasas andando por la calle, pisando hojas mojadas en cachuscas. Las luces de la noche, se acabaron las noches de fiesta, tocan noches de amigos. Sentados en un embarcadero contándonos las cosas, recordando cosas de verano. Volverán las tardes encerrada en casa viendo cómo llueve tras la ventana, haciendo vaho en la ventana y escribiendo en ella. Tardes de películas con las persianas bajadas manta en el cuerpo y palomitas, entre amigos. El verano distancia el otoño vuelve a acercarnos. El año poco a poco va muriendo y con él se aviva la melancolía, mi época preferida del año. Tal vez porque nací en plano otoño. Tal vez será eso, hija de otoño.

Efímero.

Puedes vencer al revolucionario pero no a la revolución. Podríamos olvidarnos esta noche de todo. Sólo tal vez. Las notas de aquella melodía siguen sonando y el fuego reviviendo. Son como la chispa que enciende todo. Donde hubo fuego cenizas quedan, aún hay tiempo de que encienda. Aquella melodía que resuena en nuestras cabezas y no sale de ellas. Si esta noche pudiera ser todo contigo ¿Qué dirías? Y viceversa ¿Qué diría yo? Perdí esta guerra, no pude ser más fuerte en medio de la noche, donde estás solo, sin nadie. Jugamos con fuego y uno de los dos se quemó. Normalmente pierde el que más quiere, el que más lo desea. Perdí esta guerra, fracasé y se apagó. Las luces se apagaron el telón bajo y aquella historia terminó entre aplausos, tu interpretación fue exquisita pero lo mío no fue interpretación, ni tu eres mi Romeo ni yo tu Julieta, pero durante una noche jugamos a serlo, yo no jugaba. ¿No te diste cuenta? Tanta luz nos dejó ciegos. Efímero. Ahora he aprendido que los monstruos de debajo de la cama no existen, que las princesas Disney jamás existieron y por consiguiente aquellos príncipes azules perfectos tampoco. Que los adolescentes de las películas en verdad tienen diecinueve años y los ponen como dieciséis, que todo es una mentira. He aprendido que los buenos no son tan buenos ni los malos tan malos, todos tenemos luz y oscuridad. Tan sólo necesitamos qué lado vamos a querer potenciar. Aprendí que los amigos se cuentan con los dedos de la mano y te sobran tres dedos, que tan sólo puedes confiar en tu familia, que jamás te fallará. Aprendí que ahí fuera, fuera de las cuatro paredes de tu casa todos te quieren joder, verte caer de la cuerda floja que es la vida, y no podemos permitirlo. Aprendí que los días de lluvia no es Dios que esta llorando ni los ángeles haciendo pis, tan sólo un fenómeno atmosférico que relacionamos con la nostalgia, para mi, los mejores días. Aprendí que los amores de verano son tal sólo eso, amores de verano. Que quien bien te quiere te hará sufrir, pero no él, si no tú emparanoiándote. Aprendí muchas cosas a base de ostias con la vida, y no conseguí aprender. Tal vez haya cometido muchísimos errores en esta vida, pero aprendo de ellos, y no dejo que nadie me pisoteé. Puedo ser por fuera una llorona y una quejica. Sí. Pero por dentro todas las mujeres como yo tan sólo somos unas guerreras cuyas heridas de guerra jamás cicatrizarán. Esta sociedad ha cambiado, confundimos el amor con follar y el querer con un lío de una noche. "Amor" es la última conexión al whatsapp. Querer es un "Buenas noches princesa" vía mensaje. ¿Qué es eso? ¿Desde cuando? Bien dijo alguien que cuanto más avanzaran las tecnologías más imbéciles nos volveríamos. Ahí está la prueba. El amor es querer a alguien, quererla de verdad, ¿que qué es eso? Estar en las buenas y en las malas, sobre todo en las malas. Sólo tener ojos para esa persona y no hablar las veinticuatro horas por el móvil, si no de cara a cara, entre besos, bromas y risas. Eso.

miércoles, 24 de julio de 2013

Un soplo.

La vida tan sólo es un suspiro. Un solo de aire fresco, un sollozo o tan sólo echar un calo a un cigarro que jamás terminarás. Se hace larga cuando quieres tener los ansiados dieciséis y dieciocho, ser un poco y totalmente libre. Ser un adulto y poder hacer lo que te de la gana. ¿Y después qué? ¿Qué pasa después? Los años pasan volando, te acuestas con veinte y te levantas con cuarenta y cinco con arrugas y ropa que te quejabas de que la llevaba tu madre. La adolescencia dura lo que un beso, nada. Aún muchos estamos en su primer año, con los quince. Cuatro meses, sólo cuatro meses y por fin, por fin podré. Sí, eso decimos todas, esperando los ansiados dieciséis, todas queriendo vestirnos como putas (que yo también lo hago, eh) y entrar en las discotecas como locas, a bailar, a ligar. En eso se basan nuestros fines de semana. Sí. Aún así, la vida como dije, es un suspiro, hay que aprovecharla y no dejar que se aprovechen otros de ella, ni que te hagan derramar ni una lágrima. Ni que se te quiten las ganas de vivir, vida como tú eres sólo hay una, ni una más.

jueves, 18 de julio de 2013

Sociedad.

¿Qué nos está pasando? Nuestra vida se basa en ponerla en twitter. Nuestos amigos en tuenti. Nuestra importancia en seguidores. ¿Qué coño es esto? Antes nuestros amigos se contaban con la mano y si llegaba. Nuestra felicidad no era su último adiós por whatsapp, si no darle un beso. Nuestra popularidad era cuantos te conocían en tu colegio en persona y no en usuarios que te siguen. Lo guapa que eras te lo decían a la cara al verte y no con fotos pasadas por trescientos filtros de Photoscape. Nuestras conversaciones no eran guardadas en un robot universal que crearon para controlarnos. Nuestra vida antes era privada. ¿Ahora? Ahora nada. Todo lo que hacemos, cagamos, comemos, follamos, todo lo sabe todo el mundo. Perdón por ser tan basta pero hasta con quién estamos, con quien vamos, venimos, lo saben. Somos fans de las vidas de los demás, queremos ser tuitstars, queremos tener flow. Una persona es como es y punto, no se rige su popularidad y belleza por fotos y seguidores. Porque a mi también toda mi familia me da a "me gusta" a todas mis fotos ¿eh? Y todos podemos ser como los más populares, creerme que sí.
Tenemos que ser todas las chicas Tumblr y vosotros los chicos Abercrombie, como haya una sola imperfección, unas caderas más anchas, una sonrisa no tan perfecta los tachamos de feos. No sé qué es esta mierda de sociedad pero os juro que me voy a vivir a Marte como esto siga así

lunes, 15 de julio de 2013

Nothing.

No sé qué hacer, qué pensar, cómo actuar. No sé nada. No sé si hago bien o mal. Sólo sé que estoy perdida entre dos océanos abismales, uno totalmente distinto del otro, uno del pasado, otro del presente. No sé si estoy haciendo lo correcto, sólo sé que me estoy haciendo daño a mi misma, y necesito saber la respuesta. Una respuesta que está en lo más profundo de mi corazón. Jamás querrá salir a la luz, jamás querrá que se sepa, pero yo necesito esa respuesta. Una respuesta que aclare todo, que ponga los caminos en orden y me diga por donde ir. Algo imposible lo sé, sólo necesito pensar, o eso dicen.

domingo, 7 de julio de 2013

Entre dos caminos.

No sé qué hacer, no sé a donde ir. Mi camino se ha separado en dos, por un lado puedo seguir tal y como estoy, por otro romper con lo que tengo ahora mismo, dejarlo todo e irme. Nos es fácil decisión cuando tu corazón está dividido en dos partes, poca gente me entenderá, supongo. La gente de fuera lo ve tan fácil, tan sólo un "Tranquila, tú no te rayes" Olé vuestros ánimos. Pero claro, no podéis decidir por mi, aunque me den mil consejos la decisión sigue siendo mía, y ahora mismo sólo puedo estar parada, sentada en el suelo, mirando el cartel donde pone los dos caminos. Seguir de forma segura o arriesgarme, no sé. Lo único que sé es que ahora no estoy bien y necesito deshacer este lío ya.

jueves, 4 de julio de 2013

La música.

Hola, me llamo Celia, pero me estoy refiriendo a cualquier músico del planeta. Todo comenzó porque mis padres me quisieron meter a ser música, yo en concreto elegí piano. Cuando comencé no sabía si me gustaba o no. Hoy en día, voy a hacer sexto de profesional y qué puedo decir, que han sido mis mejores años, que ahora todos los músicos tenemos un vínculo entre nosotros. Somos distintos. Nos suelen llamar frikis, y nos preguntan continuamente ¿Por qué eres músico? ¿Para qué tocas tu instrumento? ¿De qué sirve? ¿PERDÓN? ¿Cómo que de qué sirve? Jamás sabréis qué son esas parladas mientras ensayas antes de ir a hacer tu examen de cámara. Sentir la adrenalina en vena en un concierto de fin de curso. Enamorarte de un músico. Hacer un grupo de amigos en el conser y pasártelo mejor allí que en con tus amigos. Hacer chistes malos de músicos y que te entiendan. Estar debatiendo durante horas sobre qué época preferís de la música. Cómo hacer tus ejercicios de análisis, qué estrategias hacer para hacer hablar a tu profesor de acompañamiento para no dar clase. Cosas así que jamás entenderíais los muggles como vosotros, somos distintos.

Tu espina en mi corazón.

¿Sabes? Aún tengo tu espina clavada en el corazón, todavía me duelen las cosas que van por tu bien y en mi contra. Aún me duele no verte, aún me duele no tener tus labios y recordar aquellos días y en concreto ese día. El día en que toda mi vida cambió, cambió mi reputación, cambió mi forma de ver el mundo, cambió hasta mi sistema, (jaja) se podría decir que te echo de menos, pero a veces, cuando lo pienso fríamente ¿Por qué te echo de menos si me jodiste la vida? ¿Amor? No. Fuiste el único que por así decirlo, me dio todo lo que quería oír, esas dulces palabras nunca faltaban, sin agobiar, sin atosigar, en breves dosis. ¿Sabes? En el fondo tan sólo eres un chico colado de su amor platónico, que busca la manera de olvidarla a través de otras. Algo muy común, pero que acaba doliendo a quien se pilla por ti, como me pasó a mi.
Cualquiera que esté leyendo esto dirá: 'Esta chica se pilla de to' dios' No. Tan sólo me he enamorado de verdad dos veces. Todos somos adolescentes y nos han atraído muchos hombres, pero sólo me he enamorado realmente de dos personas en el mundo y en la historia de mi vida. Y no, no es este individuo de mi entrad, no.

martes, 2 de julio de 2013

Hipócritas.

Pensar que tienes un montón de amigos, que realmente te quieren, que están ahí para todo y de repente de tas de bruces con la realidad, viendo que la mayoría son unos falsos que lo único que quieren es el interés. Está bien saber que detrás de vuestra cara de hipócritas se esconden unos falsos. Sabía de alguno de vosotros, pero no de todos. Ah, y muchísimas gracias por estos años ¿eh? GRACIAS.

Vuelta.

-Creí que podía superarlo, que era parte del pasado, pero no.
+¿No qué?
-Nada, no puedo hablar. Fue como una bomba a punto de estallar, y justo estalla ahora, ¿no?
Momentos así en los que quieres acabar con el mundo, momentos en que una bomba que no quieres que estalle, estalla. No puedes hacer otra cosa, sólo soportarlo.
A veces, nos ocurren cosas así. Recuerdos del pasado que se presentan en tu vida de nuevo, años después, meses, pero justo en el momento que menos te hacen falta, o en el peor. Así es el destino. Como dice mi madre 'La vida es muy puta, y hay que saber putearla' yo, no sé como se hace eso. Nací en una década de prosperidad y de buen momento, en una familia bien posicionada y sin problemas. La decadencia llegó y aún sin asimilarlo me pilláis.

lunes, 1 de julio de 2013

The date.

El cabello moreno largo trenzado, cayendo graciosamente sobre el torso, se empapaba con la lluvia otoñal su cara mojada, por una mezcla entre gotas de lluvia y lágrimas. Quería volver a casa, tan sólo para sentarse en su cama y desahogarse. Nada más llegar a la puerta de su casa, abrió el bolso, descuidadamente dejándolo abierto y la lluvia penetró en él, sacó las llaves y abrió, cuidadosamente para que sus padres no se enteraran de que había regresado, pues no quería dar explicaciones de el porqué de sus lágrimas. Se quitó los tacones, y poco a poco subió las escaleras de madera que daban a su habitación. Abrió la puerta y con cuidado la volvió a cerrar entrando en la habitación.
Dejó el bolso en el tocador y los tacones a pie de cama, se desnudó, dejando la marca del rimmel en la blusa azul turquesa que llevaba aquella noche. Se quedó en sujetador y se puso una camiseta ancha que le quitó a su padre, de esas que los padres ya no se ponen, de esas. Se tiró en la cama y secándose las lágrimas con la manga de la camiseta cogió un libro que había en la mesilla de noche, un libro con una cerradura, aparentemente cerrado y parecía ser un diario. Cogió una llave pequeña que colgaba de su cuello y abrió el libro, lo abrió por la página donde ponía '13.09.11' Y comenzó a leer, no pudo evitar sacar una pequeña sonrisa, a la vez que lloraba, lloraba y lloraba Leyó el primer párrafo y dejó caer el diario en la cama, se tiró boca a abajo, aplastando su nariz contra la almohada y comenzó a llorar. Mientras lloraba, millones de recuerdos se la pasaban por la mente, en concreto el de esa fecha, un día muy especial. Donde comenzó toda una historia de amor que acabaría de mala manera, tal vez de la manera equivocada o no, pero desgraciadamente se la puso punto y final. ¿Punto y final, o punto y a parte dejando un tiempo entre líneas?