martes, 8 de octubre de 2013

Marcas de tinta en sangre.

Muchos no entenderéis esto, muchos creeréis que es una chorrada. Lágrimas corren por los ojos enrojecidos de llorar. Sentada frente al piano, con la mano derecha rozando las teclas tocando una melodía familiar.
De repente deja de llorar y de la rabia se marca una obra preciosa, los dedos golpean con fuerza las teclas, cada vez más y más sonido. Chopin, cómo no, su compositor favorito. Según va tocando los dedos se comienzan a cansar, tiene una mano pequeña pero no es impedimento para hacer las octavas y novenas, se esfuerza, es muy buena.
Termina de tocar y mira su reflejo en el piano, tiene los ojos enrojecidos. Se muerde el labio de rabia hasta tal punto que le comienza a sangrar. Miles de palabras se le pasan por la cabeza, miles de frases buenas nacen en su pensamiento. Corre a apuntarlas y a escribir una entrada en el pequeño blog que tiene, le suele leer bastante gente, está contenta, la felicitan a veces. Pero, ¿de qué sirve? Nadie importante lo leerá jamás. Escribió un par de "novelas" hacía un tiempo, una de ellas por internet y tuvo éxito, pero solo para algunos seguidores de twitter. Poca cosa. La otra era más personal, más para ella.
Su otra grandísima pasión es la pintura, todos se impresionan cuando ella muestra sus dibujos, les gustan mucho, suelen decir que es muy buena. Suelen. Tal vez sean unos hipócritas y no lo pienses. Otros a veces se callan al verlo. ¿Envidia? ¿Miedo a decir que es malo el dibujo? No sé. Pero si no eres el mejor en esto, jamás llegarás a ser nada, y encima deberás tener suerte.
"Talentos" que en esta sociedad apenas sirven, no están valorados y a nadie le importan. Una chica de artes encerrada en un mundo de ciencias. Donde sólo quieren médicos y políticos corruptos. Me liaría a tiros con todo el mundo. La verdad.

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