miércoles, 9 de octubre de 2013

Géminis.

Mis versos son su inmortalidad. Nuestro mundo es un simple rincón del de los demás. Las golondrinas se marcharon, aquí todo el año es invierno, alejado en la indiferencia de un mundo superior. ¿Superior? No. Comercial, famoso, "importante"
¿Quién dijo que fuera el "buen" mundo, la buena opción aquella más comercial?
Me rodeé de imposibles, de lo más complicado, para mí, el día a día.
Aquí no riman los versos asonantes, las canciones de siempre no surten efecto. Aquí reina el silencio y gobierna la música. No tenemos un Dios, nuestro dios es nuestro ídolo, quien realmente admiramos.
El otoño llega y aquí en pleno invierno, se dejan ver los secretos que hay tras las hojas caídas. Promesas jamás cumplidas en soplos de viento. Olor a tierra mojada, olor a lluvia. Otoño por fuera invierno por dentro. Somos una esquina de este gran mundo.
Somos como la casilla negra de la esquina de un tablero de ajedrez, solo que éste es completamente blanco y somos la única casilla negra.
Llegará el día que poco a poco, el tablero se vaya formando de casillas negras, más y más negras. Hasta que todo el mundo abra los ojos. Entonces será un mundo anticomercial y comercial a la vez. Y volveremos a lo mismo.
No buscamos una forma de ser distinta a los demás, buscamos ser nosotros mismos y vivir de la felicidad.
Lo triste no es vernos ahí como los "raritos" lo triste es que vosotros sois todos iguales.

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