domingo, 1 de diciembre de 2013

El tiempo cura y yo sin creer en Dios.

Grita, grita todo lo que quieras, nadie te va a oír. Rasga tus cuerdas vocales intentando escapar de película de terror.
¿Por qué la gente tiene miedo a una película de terror? Nuestra vida es mucho peor. Vivimos en un grito ahogado constante. Ir al cielo es para cobardes. "Ganarse el cielo" No. Lo que hay que ganarse es el infierno, fíjate, al menos ahí no cojo frió. Me ahorro resfriados.
Llamáis soledad a vuestras ganas de suicidio, suicidio moral de pensamientos reprimidos. Asesináis vuestra propia mente para someterla a ser como la de los demás.
A punta de pistola obligáis a decir "Te quiero" de quien no lo siente, así acabáis.
Clavaría la espada tan hondo de quien hace llamarse "amigo de" y le critica por detrás, tan hondo que se convertirían en un pincho.
Las espinas de las rosas se han clavado en las palmas de mis manos; sangre.
Paren e mundo que me quiero bajar. ¿En qué lo habéis convertido? ¿Quién comenzó todo esto? No le veis salida.
"¿Me quieres?" dijo a punta de pistola, ella murió en el acto.
El mundo cura y yo sin creer en Dios. ¿Qué el mundo cura? Permitidme la osadía de reírme, de vosotros.

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