miércoles, 4 de diciembre de 2013

Sueños que sueñan con ser reales.

Todo comenzó con música; todo comenzó en la oscuridad.
El silencio muerto una noche de verano, el silencio asustado fuera de los focos.
La tierra temblaba al ritmo de guitarras eléctricas.
Comenzó con su mirada, podía ver en el oscuro de sus ojos un sentimiento de euforia y tristeza a la vez. El misterio de su mirada.
Poco a poco fue escribiéndome en su alma, mientras mi tinta se derramaba en su piel.
Ahora él lleva mi alma en sus ojos y mi nombre en su boca.
Los buenos días llegarán cuando al girarme al otro lado de mi cama me choque con otras piernas y una sonrisa me diga "Buenos días, marmota"
Mientras otros llamaban a la puerta, él llamo a mí. Mi corazón le abrió y éste, se quedó en la puerta, esperando a que le invitara a entrar. Mi corazón le raptó.
Ingenua de mi, coger el camino equivocado y rectificar más adelante.
Ahora me encuentro instalada en sus ojos y desde ahí puedo ver su corazón. Ardiente y enorme. En mi defensa diré, que fue su mirada quien desnudó mi alma.

Algunos sueños no quieren despertar, tienen frío.
 ¿Quién ha dicho que esto sea un sueño?
Y ahí están todos rotos y congelados esperando ser el "alguien" de una persona.

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