sábado, 30 de noviembre de 2013

Fría fría como ardientes rayos de sol quemándose.

Fría, fría como el hielo que quema mientras se derrite en e suelo. Un corazón que se cansa de latir, monotonía. Fría, fría como los ríos de Cantabria. ¿Quién se baña ahí? Quien se atreve y tiene valor. ¿Quién se va a acercar a ella? Un loco, alguien raro.
Ardiente alma que escupe agua gélida. Sus manos grises, inertes se dejan caer en ochenta y ocho teclas pulsándolas en combinaciones determinadas por alguien.
Fría, fría como quien duerme en un ataúd de madera. Quien descansa.
Sonrisa inexistente, sonrisa muerta.
Congela pinceles ardientes en dolor, pintura en sangre que se extiende por el lienzo de su piel. Mojar la pluma para poder escribir en un papel, clavarla en las venas para escribir con alma.
Fría, fría como el hielo del inverno que todos odian. Quien no es comprendido pero sí vital.
Que echáis de menos a alguien cuando jamás volverá. Que añoráis los momentos cuando jamás se repetirán.

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