viernes, 20 de diciembre de 2013

Tránsito de noche.

Si la soledad llama a mi puerta,
decidle que estoy bajo las sábanas
de mi cama, esperando a que vuelva
mi alma que hasta hoy creía muerta.

Si sus ojos se centran en mis pupilas
observando cada beta de mis ojos,
en su interior negros, como mi alma,
oscura en cada una de sus esquinas.

Cada gota de sangre derramada
de cada lagrimal de mis ojos
tiñe de rojo cada recuerdo,
si mi alma aún a ti está atada.

Mi alma desató cada hilo
que nuestros cuerpos unía
pues mi corazón nunca perteneció
a quien en ese corazón vivía.

No pienses que mi corazón es grande
pues en un pecho pequeño se concentra,
cada recuerdo oscuro, cada lágrima caída,
cada recuerdo en él se encuentra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario