Ese error que siempre cometo.

Nos prometimos un para siempre. Me prometiste la luna y yo a ti el sol. ¿Te puedo decir un secreto al oído? Quiero despertarme cada mañana entre tus brazos y que a un centímetro de mi boca me digas "buenos días mi princesa." mis sentimientos no varían, pero mi esperanza parece una montaña rusa, cada instante varía como si un esquizofrénico estuviera al mando. No nos damos cuenta y probablemente siempre, pensemos lo mismo el uno del otro. Poder tener tus labios en mi cuello, tus manos en mi cintura y nuestras piernas entrelazadas, tumbados sobre la hierba mojada, ver como las gotas de agua recorren los surcos de tu rostro y de juntar nuestros labios se pasen al mío. Eres ese error que cometería mil y una veces.