sábado, 6 de octubre de 2012

Diez años.

De mi película favorita aprendí que quien te dejó una cicatriz jamás deberá ser nombrado. Que los mejores amigos te acompañarán en los buenos momentos, pero también en los malos, que todos tenemos luz y oscuridad y nosotros decidimos qué parte potenciar, que jamás te deberías fiar de las arañas. Aprendí que en la más siniestra de las oscuridades siempre habrá un rayo de luz que te guiará, que hasta con tu mayor enemigo tienes semejanzas, que nunca deberías decir hechizos sin antes haberlos probado. Que un amigo puede convertirse en un enemigo, y que el enemigo a lo mejor está fingiendo.


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