domingo, 30 de junio de 2013

A mil kilómetros.

El agua graba a fuego tu nombre en mi garganta. No puedo beber, ni comer, ni respirar. Todo lo que toco, hago, veo, se transforma en un recuerdo tuyo. El cielo está en mi contra, todas tus promesas están en mis bolsillos, quiero abrirlas y descubrir los secretos que guardan. Me duele leer su nombre en cualquier lugar o ver el número de la fecha por cualquier lado. Quiero volver a saborear el olor de su colonia, recordar esos dos ojos y volver a verle sonreír a dos centímetros de mis labios. Aunque tenga que atravesar el océano buceando, aunque tenga que andar sobre brasas, pasar el limbo, ir al infierno. Mejor que con palabras mi especialidad es arreglarlo todo con besos. Hagamos magia con los ojos cerrados, volvamos a ser los que éramos antes. Dos, ¿para qué más? Tu veneno aún corre por mis venas, aún tengo la marca de tus colmillos en mi cuello. Y me perdí tus besos por no decirte un 'te echo de menos' te necesito aquí conmigo y la mejor medicina es un poco de tus labios. Cada vez estamos más cerca de alejarnos, ahora mismo ¿a cuantos kilómetros estamos? me da miedo decirlo.

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