sábado, 29 de junio de 2013

Tan sólo somos almas que vagan por cabinas de conservatorio.

Sin darte cuenta cada vez que apareces invades toda la sala de recuerdos, recuerdos que intentas ignorar. Sigo sin saber qué pasó con todo, qué sucedió. Recuerdos que intentas sellar bajo llave, intentas pasar de página pero lo único que necesitas es cambiar de libro ¿Te atreverías? Los sentimientos te tienen agarrado por la espalda, te tienen esclavo a ellos, sólo eres un alma que vaga por las cabinas de un conservatorio con tu instrumento, que tan sólo se encienden esas dos pupilas negras cuando ves a esa persona, intentas disimular que no sientes nada, pero tus ojos te traicionan, comienzan a brillar, y no puedes dejar de mirarle. Te dices a ti mismo -No lo hagas-. No merece la pena, no puedes volver a caer ¿Y si caes? ¿Qué pasaría? ¿No te mueres por saberlo? Si no te arriesgas jamás ganarás y jamás tendrás la valentía para decir que fuiste un cobarde, porque hasta los cobardes son valientes, porque todos somos iguales. tan sólo eres un alma que vaga por las cabinas, con su dulce música eclipsando cada sala que guarda miles de recuerdos, donde allí fuimos algo más que amigos.

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