lunes, 1 de julio de 2013

The date.

El cabello moreno largo trenzado, cayendo graciosamente sobre el torso, se empapaba con la lluvia otoñal su cara mojada, por una mezcla entre gotas de lluvia y lágrimas. Quería volver a casa, tan sólo para sentarse en su cama y desahogarse. Nada más llegar a la puerta de su casa, abrió el bolso, descuidadamente dejándolo abierto y la lluvia penetró en él, sacó las llaves y abrió, cuidadosamente para que sus padres no se enteraran de que había regresado, pues no quería dar explicaciones de el porqué de sus lágrimas. Se quitó los tacones, y poco a poco subió las escaleras de madera que daban a su habitación. Abrió la puerta y con cuidado la volvió a cerrar entrando en la habitación.
Dejó el bolso en el tocador y los tacones a pie de cama, se desnudó, dejando la marca del rimmel en la blusa azul turquesa que llevaba aquella noche. Se quedó en sujetador y se puso una camiseta ancha que le quitó a su padre, de esas que los padres ya no se ponen, de esas. Se tiró en la cama y secándose las lágrimas con la manga de la camiseta cogió un libro que había en la mesilla de noche, un libro con una cerradura, aparentemente cerrado y parecía ser un diario. Cogió una llave pequeña que colgaba de su cuello y abrió el libro, lo abrió por la página donde ponía '13.09.11' Y comenzó a leer, no pudo evitar sacar una pequeña sonrisa, a la vez que lloraba, lloraba y lloraba Leyó el primer párrafo y dejó caer el diario en la cama, se tiró boca a abajo, aplastando su nariz contra la almohada y comenzó a llorar. Mientras lloraba, millones de recuerdos se la pasaban por la mente, en concreto el de esa fecha, un día muy especial. Donde comenzó toda una historia de amor que acabaría de mala manera, tal vez de la manera equivocada o no, pero desgraciadamente se la puso punto y final. ¿Punto y final, o punto y a parte dejando un tiempo entre líneas?

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