sábado, 1 de junio de 2013

Intento fallido de perfección.

La niña pequeña creció, y con todas sus consecuencias, cambió. Ya no es la misma de antes, ya no se despierta con una sonrisa y riéndose del mundo, ya no es ella, se ha convertido en una más de este negocio llamado mundo. ¿La recordáis? Su abuelo la llamaba "flor silvestre" porque nunca paraba quieta y parecía indomable. Se pasaba el día en bragas por casa y cantando, siempre sonreía a todo el mundo y desprendía amor. Cuando iba a la playa se bañaba aunque fuera en bragas, porque el mar era para ella como el aire para respirar, lo amaba más que a nada. Cuando se sentaba frente a su piano, tocaba canciones para niños y se sentía la más mayor del mundo, de eso han pasado trece años. ¿Y ahora? Ahora es todo distinto, no es como antes, ni sonríe a todo el mundo ni es la más querida por todos, pero ahí sigue, con ganas de vivir, con ganas de ser alguien importante en la vida y ser reconocida por pianista, escritora, fotógrafa o pintora. Un intento fallido de perfección, amante del rock clásico por raíces paternas, con las ideas claras y la más cabezota. Trece años después de su primera clase de piano, puede decir que han sido los mejores de su vida. Porque los músicos dominaremos el mundo, y porque es su vida. CGA.

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