domingo, 29 de septiembre de 2013

BEFEFE.

Amiga de nadie, amiga de quien se lo merece, amiga de quien me quiere. Al fin y al cabo amiga de nadie.
Dicen que los amigos se cuentan con la mano. Qué bobadas, los amigos se cuentan con el dedo meñique. Sí, porque verdaderos amigos sólo hay uno, en mi caso una. Alguien que te conoce desde hace años, un amigo no es ese que conoces desde hace un mes. Un amigo es quien conoces desde hace años, años y más años. Casi más o menos como unos trece.
Cuando somos pequeños todos tenemos mil amigos, porque somos buenos, porque nos educaron así.
Cuando crecemos, nos damos cuenta de quién realmente son nuestros amigos. Y en ese caso, nos queda uno.
Yo conozco a mi mejor amiga desde los dos años, recuerdo aquel primer día, sentados todos en un círculo. Era el primer día de clase de infantil, como la minoría de niños yo no lloré al ver a mi madre irse, es más no quería irme cuando ella vino a por mi, tengo ese amor hacia mi casa.
Había una niña con pelo medio rapado y que mágicamente le salía un quiqui del pelo en forma de fuente, con unos ojos kilométricos y marrones. Tenía unos mofletes que eran los típicos que cogen las abuelas y achuchan, achuchan hasta dar de sí, sí. A su lado un niño con unas gafas talla XXL, rubio y con la cara típica de: Ey, soy el más listo de todos. Ese es mi mejor amigo. Sí.
Aquel día jugamos juntos, yo dije: Hola soy Celia ¿quieres ser mi amiga? y así comenzó todo. Al año siguiente hicimos un año de amigas y su regalo fue empotrarme contra un tobogán rojo y que me saliera el chichón más grande descrito en el libro de los records, y mi regalo fue pillarla y deformarla el dedo con una puerta. Amor de amigas.
Pasaron los años, seguíamos siendo amigas, tenemos mil fotos juntas de mil momentos. Pero cuando comenzamos a ser mejores amigas fue hace unos cuantos años. Pero nuestros mejores momentos son este año.
Tenemos cosas de mejores amigas, cosas incomprensibles. ¿Os las cuento?
Tirábamos muelles por el retrete de clase de 2º de ESO cantando la canción de Hommer. Tenemos el sueño de vivir juntas en una casa completamente ordenada a nuestra manera, es decir, sin orden. Pasamos por el puente de poniente y no hay día que no pasen cosas raras, que nos muramos de risa o que simplemente hagamos la parida del mes. Tenemos momentos de vergüenza ajena tipo estar en clase que ella no entienda algo y grite: PERO VAMOS A VER, QUÉ SIGNIFICA ESTO. Y a profesora se la quede mirando. Que vayamos por la calle se me escape un eructo que casi ni se oye, y ella para hacerme la competencia se tire uno enorme y los de al lado la oigan, obviamente tuvimos que salir corriendo de ahí. Hablamos balleno entre nosotras, tenemos frases típicas, tenemos momentos imborrables. Conozco cada poro, cada pelo, cada peca de ella, es más hasta os haría un croquis. Sé muchas cosas de ellas que fliparíais todos.
Por eso sé, que es mi mejor amiga. Por eso sé, que por millones de veces que nos enfademos, todo irá bien. Que jamás la perderé, que jamás se joderá nuestro bello romance de prinzezaz que caminan zemideznudaz por loz apozentoz del palazio.

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