miércoles, 26 de febrero de 2014

Una rosa de plástico.

Juventud.
Efímero tesoro, ¿jóvenes eternamente? El amor siempre es joven, siempre que sea amor.
Mírate, ¿nos imaginas en sesenta años? No quiero imaginarlo.
Sé, que será a tu lado. ¿Físicamente?
Míranos, suena la canción de forever young, qué épico. Forever young I want to be forever young.

Las calles plagadas de parejas, ¿cuántos mayores ves ir dados de la mano o besarse? ¿El amor en ellos ha madurado? Tal vez se esté marchitando.
El amor es como una rosa, tal vez la mía sea de plástico. Entre las cenizas de un corazón calcinado la dejaste posar y ahí seguirá.
Puedo ver aún el amor en sus ojos verdes azulados, brillan, le echa de menos.
Por un momento la vista se congela y comienza mi pensamiento, ¿nos imaginas con sesenta años? No quiero llegar ahí. El mero hecho de perder tu ser más querido, el amor verdadero es un amor ciego y loco, caes, caigo. Mueres, muero. Es simple.
Se acuerda de los inicios, ¿cuántos años habrán pasado ya? más de cuarenta.

No me gustaría tenerle en una imagen. Conservar las de ahora, imágenes, juventud eterna. La miro cada día en mi mesilla, al despertar.
Suena tan pasteloso, tan empalagoso y meloso que no hay palabra que lo defina sin ser criticado pero, qué más da.
No pretendo embellecer esto con versos, ambos sabemos cómo es, y sabemos que es precioso.
¿Recuerdas nuestro comienzo? La ilusión del primer día sigue vigente aquí, en medio del pecho, un poco hacia la izquierda.
Una imagen, poder cerrar los ojos e imaginar su mandíbula perfectamente delineada, sus ojos pequeños y achinados, sus cejas rectas, aire de seriedad. Su boca pequeña y llena de alegría cuando sonríe, su cabello que tapa sus ojos que sonríen al mirarme.

Que el amor sea eternamente joven viéndonos envejecer.
El día que se apague la luz, que tus ojos no vuelvan a mirarme, ese día, me quedaré hablando contigo, hasta la última despedida, sé que no obtendré respuesta. Sabré que estarás ahí. (No puedo evitar llorar escribiendo esto) hasta la última despedida y te devolveré nuestro corazón, allí donde estés. Que los cuerpos se separen pero el amor entre ellos permanezca unido.
Imposible no llorar escribiendo esto, imaginar ese día. Disfrutemos de nuestra efímera juventud. Te quiero.

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