miércoles, 26 de marzo de 2014

Quizá solo sea una mala racha.

Te machacan una y otra vez. Ya no es como antes.
Antes, me machacaban, me gritaban y yo gritaba más fuerte, a ver quién gritaba más, me motivaba a seguir, viendo que era capaz de más. Veía resultados tras martillazo a martillazo. Mis dedos se iban puliendo y se notaba su presencia en las teclas, horrorizadas esperando a ser golpeadas de una manera sutil, con una técnica perfecta, dejándolas sonar al son de una obra que alguien años atrás compuso. O no, quien sabe.

Veías pasar la gente, te adulaban constantemente, ya no. Oyes críticas y más críticas.
Pasan los días y tu agobio va a mayores, llega la semana donde se decide si es cierto lo que pensabas y caes. Qué sorpresa.

¿Y si he caído para no subir a flote? Tus paranoias comienzan a resquebrajarte la cabeza.
Te maltratas escuchando las obras que más te gustan pensando "No, jamás tocaré así" y lo piensas una, y otra, y otra, y otra vez.
Tu cabeza no da para más, rompes.

Quizá una mala racha, una mala época para tu suerte, tal vez.
Te criaste entre las teclas de un piano, creciste viendo crecer tu poderío ante él. Y ahora está muriendo frente sus teclas, te comen, te pueden.

Quizá, no haya más allá. Quizá esté de mala racha. Quizá no.
Esperar y ver cómo de desenlaza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario