domingo, 17 de marzo de 2013

inyección de adrenalina.

Más efímero que el humo de un cigarrillo al salir de la boca. Más adictivo que la cocaína. Más mortífero que el cianuro. Más doloroso que el mordisco de un tiburón. Más provocativo que un movimiento de caderas. Más bonito que una noche estrellada, más sensual que un beso a la luz de las velas. Cosas así son las que realmente merecen la pena, cosas difíciles, imposibles de conseguir, vivir con emoción, con adrenalina en vena. Inyección tras inyección de ganas de vivir, cada uno a su manera, cada uno con lo que es y quiere ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario