Nadie sabe nada.

Y de repente, un día, comienzas a analizar todo objetivamente, has perdido el hilo de la historia. Todo se está dando la vuelta, no sabes qué pasa y tienes miedo, mucho miedo a preguntarle ¿Qué pasa aquí? ¿Que hay? ¿Que no hay? no quieres preguntar nada, no quieres que nada se estropeé, está todo perfecto como está ahora, claro está que lo estaría mil y una veces mejor si hubiera algo más, pero dos no hablan si uno no quiere. No hay nada si uno no ama, ni siente igual, no se sabe que siente ni uno ni otro. No se sabe qué hay, todos lo sospechan, les insultan y les meten prisa, todos creen que son imbéciles, pero quién sabe, el tiempo lo dirá, el destino nos dará una respuesta, antes pensaba que sería positiva, ahora nadie sabe nada, nadie sabe la dirección del viento en las olas del mar, nadie sabe cómo será mañana ni si será mejor que ayer, nadie sabe nada.