Volvamos a la generación del noventa y ocho.

No somos quien creemos ser, ni quien creemos que son los demás. Somos unos completos desconocidos que no saben ni qué pintan aquí, en este sucio y oscuro lugar al que solemos llamar planeta tierra. Creídos, egocéntricos, nos creemos los amos del universo, pero realmente no sabemos quién es el mejor. Matarnos unos a los otros para conseguir el mejor puesto, ser los mejores ¿Y después? Cuando realmente nos damos cuenta de cómo va este juego, aprendemos las reglas para poder ganar y se nos acaba el tiempo, somos demasiado mayores. Este juego ya no funciona. GAME OVER. Juego terminado. Quizá muchos lloraréis por nosotros cuando algún día desaparezcamos, otros simplemente se abstendrán y contendrán las lágrimas, pero su corazón llorará, llorará sangre del tintero, llorará dolor, sufrimiento y temor, porque sabe que cuando aprenda a ver las cosas de la manera real se habrá acabado, preferimos vivir como auténticos adolescentes en la piel de un adulto, creernos niños y ser mayores, creemos que el mundo está hecho para y por nosotros, pero las cosas no son así. Nosotros formamos parte de este juego, y este juego nos machaca.