sábado, 23 de febrero de 2013

Realidad

Hay un día, sólo un día en el que te paras a pensar todo lo que está pasando, cómo ha cambiado todo, los recuerdos, todo lo ocurrido, lo inocentes que éramos.
Nos creíamos los reyes del mundo, nos dábamos un pico con un chico y creíamos que seríamos algo grande en la vida, aprendíamos el recorrido del sistema digestivo y éramos Einstein. Nuestra madre nos compraba la ropa, decidían todo por nosotros, teníamos mil amigos, ni móvil, ni tuenti, ni twitter, ni facebook, ni tumblr, ni blog, ni nada. Éramos amigos verdaderos, llorábamos por bobadas y reíamos por todo. Ahora todo esto ha cambiado, ni queremos ver a nuestros padres, ni llevarlos de compras, creemos que somos superiores por nuestras listas de líos, cuantos más mejor, más llena, más superior. No estudiamos nada, queremos vivir la vida loca y perfectas de las películas de gangsters, pobre ingénuos. Me gustaría vernos dentro de unos años creyendo aún todas estas cosas, entramos a hacer una entrevista de trabajo y a los dos segundos hemos salido con una marca de suela de zapato en el culo y un "A LA PUTA CALLE" detrás. Sería una situación graciosa y a la vez triste, maduremos ya. Que al final veo que ni lo hacemos.

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