Hasta las personas más aparentemente insensibles debajo de su piel pueden tener un corazón de oro. Puede ser que se estén muriendo de amor por aquella chica de largo y ondulado pelo cobrizo, tenga soportar a diario burlas y no tener amigos, simplemente por ser distinto. Tener que soportar la muerte de su amada, sabiendo que jamás habrá otra igual, y tener que cuidar durante diecisiete años a su hijo que ella tuvo con su mayor enemigo. Verle día tras día mirándole a los ojos y viendo a su madre en ellos. Estar obligado a malograrse para poder protegerle, poner su vida en peligro, matar a su único amigo, y además al final, morir el por poder salvarle. Todo esto sin que nadie supiera nada y con la máscara de insensible. Eso, eso es ser una persona valiente.
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