miércoles, 12 de diciembre de 2012

Nadie es perfecto.

Ese momento en el que te sientes un completo inútil, porque lo que te salía perfecto ahora va y se jode por una simple nota, creer que eres bueno, creer que todo lo que los demás sin idea musical o solamente para alagar te dicen, creértelo, es de débiles. Sentirte como si todo tu esfuerzo no hubiera servido de nada, tus horas frente a un piano, ensayandolo, sabérselo y de repente llegar al examen donde sólo tienes una oportunidad y liarla. Pero no bajar la cabeza, seguir intentandolo, quizá, y sólo quizá a lo mejor tienen razón y lo soy, soy buena de verdad, pero para saberlo tendré que trabajar ¿no? Que tu perfección de esfume cual humo del tabaco entre el aire.

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