miércoles, 26 de diciembre de 2012

I cant feel you there.

Correr, eso es lo único que quería, salir de ahí lo más rápido posible. No quería mirar atrás, no quería volver a ver lo que mis ojos vieron aquella noche. Comenzó a llover, una lluvia en su principio fina, que apenas me mojaba el rostro, pero poco a poco, cuanto más rápido corría más llovía, unas gotas tan repetitivas que parecía que me estaba dando una ducha, de repente, me resbalé, noté como me iba cayendo poco a poco, como si fuera una cámara lenta, y cuando me choqué contra el suelo, alguien me agarró, no pude ver su rostro, no sabía quien era, no se podía ver nada, me incorporé, le fui a dar las gracias, me giré y se había desvanecido, no había nadie, estaba sola, como siempre. Soy de esas personas que necesitan un cariño continuo, porque pocas veces lo ha recibido de verdad, alguien tan sensible como los pétalos de una rosa, pero terriblemente engañosa, una sonrisa mía no puede decir lo que realmente siento, siempre intento cubrir lo que siento, pero esta vez fue imposible, una sola persona, sólo una sabe cuando y qué me pasa, sólo una en el planeta tierra, alguien que al principio le tenía como un amigo, simplemente estaba ahí, ahora no, ahora tiene que estar ahí, si no, esta historia se acaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario