martes, 13 de noviembre de 2012

Ya no queda nada.

Yo no sé vosotros, pero yo ya no me acuerdo de cómo eran las cosas antes de que nos convirtiéramos en lo que somos ahora mismo. Muchos de vosotros os preguntaréis ¿Qué ha pasado? ¿Qué dice esta? ¿En qué nos hemos convertido? Pues os lo diré, somos unos auténticos monstruos. No, no de feos, ni que asustemos con enseñar la cara. No. Si no, que lo que mejor se nos da es hacer llorar a la gente, diciéndoles cosas para que se sientan ellos peor y nosotros mejor, pero en el fondo ¿Nos sentimos mejor? No, claro que no, si lo hiciéramos seríamos psicópatas, no se nos han ido todas las neuronas por ahora, algunas poquitas con coherencia siguen aquí, o eso espero. Pero enserio, ¿Dónde se han quedado esas sonrisas de las que todos nos enamoramos? De esos ojos que brillan, de esa risa de niña imbécil, sí. Ya no queda nada, hemos destruido hasta la última gota de cariño que quedaba en este planeta. Estaréis orgullosos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario