sábado, 17 de noviembre de 2012

The words that you can't say.

Ese momento, en el que esperas poder hablar con él. Lo tienes decidido, se lo vas a decir. Le llamas, le dices que si podéis hablar, quedáis. Cuando el se acerca, ese olor a colonia de hombre, que tanto te gusta empieza a invadir tus pensamientos. A medida que él se acerca, no ves una persona, solo un par de ojazos cual luces negras. 
Sabes perfectamente qué palabras tienen que salir de tu boca, nada puede salir mal. -Hola, ¿Qué tal? +Hola, muy bien ¿y tú? -Genial, bueno ¿Qué querías? +Quería decirte lo mucho que te quiero, lo importante que eres para mi, que sin ti no soy nada, que los segundos se convierten en días sin ti, que eres todo lo que tengo, jamás me imagino la vida si no es a tu lado, y me encantaría que tú sintieras lo mismo, te quiero. Nada, solo quería dar un paseo contigo. -¿A sí? Pues genial, vamos a la playa. +¡Sí genial! Con un poco de suerte me besas  -Bueno, ¿qué te apetece hacer? +Poder tumbarme encima de ti, besar tu cuello, y no parar hasta que la marea suba tanto que nos tape, ver como amanece, pasar la noche aquí, los dos solos, te amo.Pues nose, ¿vamos a bañarnos? Huy, se me ha hecho tarde, mejor me voy -¿Eres tonta? Anda, ven aquí, idiota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario