jueves, 9 de agosto de 2012

Cga

Ya nada volverá a ser como antes, ya no volveré a ser esa pequeña niña de cuatro años que siempre se levantaba entre risas y se acostaba con una sonrisa. Ya no seré esa pequeña niña que siempre que iba en un coche decía "Papi, pon a Elvis" Por muy raro que suene sí, mis dotes musicales no estaban muy a la moda en esos tiempos. No volveré a ser esa pequeña que entró un día al conservatorio para elegir su instrumento y se acojonó al ver al profesor de violoncello. Nada volverá a ser como antes. Las cosas cambian, las personas también y esa pequeña flor del campo que me llamaban se marchitó para dar lugar a una fuerte y espinosa rosa.

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