Me abrazaste, besaste en la frente, ahogaste en una piscina, vacilaste.
Me declaré fan de tus chorradas, de tu risa y de las ganas de hacerme sonreír que tenías.
Ya va siendo hora...
quizás.
¿Hoy?
¿Y para qué esperar a mañana?
Y te prometo,
que te esperé hasta el último instante.
Aparecieron miles de 'tús'
y ninguno llevaba tus ojos.
Ya va siendo hora de recoger tantos pedazos de mí, de coserme el pecho,
de coger la pistola que nunca quise utilizar
y matar tu recuerdo de una vez.
Para siempre.
Ni en vida resucitamos, ni en mente volvemos.
Aprendí mucho de tí, (y ojalá tú de mí) y hoy, me enseñaste que los verdaderos amigos están ahí, siempre, y si no pueden con su mejor intención lo dicen. Y no fuiste tú.
Hoy quiero poner punto y final a una bonita historia, una que quedará guardada en un cajón, y Pandora no estará aquí para desencadenarte ni la esperanza está guardada contigo. Quizá te esperé demasiado y mi esperanza se ha suicidado, harta de llorarte y tú comunicando.
Y ya es demasiado tarde,
"hay trenes que sólo pasan una vez, y con una única parada"
No hay comentarios:
Publicar un comentario