sábado, 22 de noviembre de 2014

Punto y final del libro.

Me abrazaste, besaste en la frente, ahogaste en una piscina, vacilaste. 
Me declaré fan de tus chorradas, de tu risa y de las ganas de hacerme sonreír que tenías.

Ya va siendo hora...
quizás.
¿Hoy?
¿Y para qué esperar a mañana?

Y te prometo,
que te esperé hasta el último instante. 
Aparecieron miles de 'tús'
y ninguno llevaba tus ojos. 

Ya va siendo hora de recoger tantos pedazos de mí, de coserme el pecho, 
de coger la pistola que nunca quise utilizar
y matar tu recuerdo de una vez.
Para siempre. 

Ni en vida resucitamos, ni en mente volvemos.

Aprendí mucho de tí, (y ojalá tú de mí) y hoy, me enseñaste que los verdaderos amigos están ahí, siempre, y si no pueden con su mejor intención lo dicen. Y no fuiste tú.

Hoy quiero poner punto y final a una bonita historia, una que quedará guardada en un cajón, y Pandora no estará aquí para desencadenarte ni la esperanza está guardada contigo. Quizá te esperé demasiado y mi esperanza se ha suicidado, harta de llorarte y tú comunicando. 

Y ya es demasiado tarde,
"hay trenes que sólo pasan una vez, y con una única parada" 

No hay comentarios:

Publicar un comentario