Odias verme con los labios carmín,
verme en tacones maquillada.
No te gusta ver cómo dejo mi piel
como si fuera de porcelana.
taparme los poros
y avivar la mirada.
-Quítate eso.
Dices inquieto.
tápate esas ropas y vístete con los ojos.
Cubriste de sonrisas
toda mi piel.
Parecía que iba a una cena de gala.
sin velas,
ni nada que llevarse a la boca,
salvo tus labios.
Te acercas y pasas la mano por todo mi rostro,
demacrado de tanto maquillaje,
polvos,
pintalabios.
-Vístete sin ropa. Quiero morderte el alma.
Arrancártelo a pedazos con la boca
y cuando termine,
recomponértelo.
con tantos besos como caben en tus arterias.
Y tonta de mí.
-Querer es doloroso.
Muérdeme el alma y trágatelo,
que se quede en tu cuerpo y no puedas echarlo.
Me quedo a vivir dentro de ti,
hasta que no puedas más.
Y acabes vomitando todas las mariposas que mi alma crió en ti.
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