lunes, 27 de abril de 2015

Ebrios el uno del otro.

No me preguntes qué fuimos, ni qué somos
Ni cuántas veces he hablado por la noche sobre el color
de tus pupilas.

Venía a decirte,
que son las dos de la mañana
ebrios el uno del otro
tirados en una cama desconocida.

que mañana al despertar no estarás al otro lado,
ni yo desnuda entre sábanas
que sonará el despertador;
son las siete de la mañana

el café seguirá estando azucarado,
seguiré escuchando la palabra PAU siete veces por día,
gastaré veinte hojas en apuntes,
en vez de en dibujos de tu rostro.

Que ni tú estarás esperándome desnudo en una cama con vistas a Venezia,
ni yo llevaré tu camisa de cuadros desabrochada,
que seguirás tan guapo como siempre
tan guapo en cada canción
con tu inicial.

Y yo seguiré siendo un perfume más entre tantos,
uno que olía a primavera,
a verano
a las veces que te vi reírte cuando te rozaba el costado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario