Cada instante.

Porque cada sonrisa, cada risa soltada, cada momento vivido es una historia que contar. Cada foto tiene vida propia, nos puede contar ese momento vivido, con esas personas, una foto es un recuerdo inmortal, que jamás se borrará. Por mucho que lo quemen, lo destruyan, lo rompan o lo hagan desaparecer, ese recuerdo permanecerá por los siglos ahí. Poder mostrar toda una vida a través de una sola foto, como eres, como te sentías ahí, no puede mentir, los ojos delatan, y más si finges lo que sientes. Nada se puede disimular, nada se puede ocultar, porque todo sale a brillar bajo la luz del Sol tarde o temprano.